sábado, 1 de febrero de 2014

Tealdi: Este Gobierno "pone en primer plano lo secundario" para tapar otras problematicas.

Qué tan importante es el sueldo de los ministros y de los funcionarios que integran los organismos de control estatal? ¿Cuánto importa el número total de funcionarios que ocupa un gobierno?
Analicemos de manera rápida las principales funciones de un gobierno provincial:
  1. Recaudar impuestos y contribuciones para sostener las funciones
    y servicios que el Estado debe brindar a la ciudadanía. Para esto tiene el Ministerio de Economía.

  2. Garantizar derechos utilizando esos recursos. Para eso tiene los demás Ministerios.

  3. Garantizar el funcionamiento autónomo de los otros dos poderes del Estado y de los organismos de control depositándoles el dinero previsto en el presupuesto para esos fines.

Entonces, lo importante es generar recursos y utilizarlos (conforme un presupuesto participativo y respetuoso de las prioridades sociales) de modo tal que garantice educación, salud, seguridad, justicia, el resguardo de los derechos del trabajador, condiciones para el desarrollo de las actividades productivas y de servicios que hacen a la calidad de vida ciudadana, fuentes de trabajo genuino, acceso a la cultura, promoción de acciones que tiendan a la igualación social, etc. etc.

En este marco, la remuneración de los funcionarios o el perfil personal de cada uno de ellos conforme las tareas que le han sido asignadas, pasa a ser un detalle secundario.

Por ello, cuando el principal anuncio de un gobierno recae, precisamente, sobre aspectos secundarios de su responsabilidad, se nos presentan dos posibles interpretaciones antagónicas: Una, sugiriendo que todo lo demás anda tan bien que no hay nada que decir al respecto. Otra, que todo lo demás anda tan mal que hay que poner en primer plano lo secundario porque de lo otro mejor no hablar.

Lamentablemente, el propio accionar del gobierno nos recluye en esta última alternativa, ya que –por ejemplo- nada sabemos acerca del contenido de las negociaciones petroleras de las cuales dependen importantes ingresos al Estado; menos aún se habla respecto del deterioro que dicha actividad provocará sobre nuestro ya bastante maltratado y muy deteriorado medio ambiente, así como la previsibilidad de uso del recurso. No existen relevamientos serios ni controles efectivos que supervisen el desarrollo de la actividad turística, como elementos claves para que el Estado pueda preservar tales recursos, posibilitando así darle continuidad en el tiempo. Aparece como imposible el abordaje serio y definitivo de los principales problemas que desde hace tantos años aquejan a la producción frutícola, entre ellos, el alto grado de concentración del negocio en manos extranjeras, con graves consecuencias para los intereses de los pequeños y medianos productores. En el área de la producción frutícola vuelve a surgir como una materia pendiente la preservación integral del medio ambiente, del mismo modo que la precarización laboral, con especial incidencia en la salud de los trabajadores. Las otras esferas productivas van a la deriva. La salud pública ha quedado muy alejada del sistema que otrora fuera orgullo de la provincia. La educación deambula en piloto automático y se publicita como gran logro la cantidad de días efectivos de clase, como si ése solo indicador sirviera para evaluarla en su contexto.

Gobernar no es tarea fácil. Hay demasiados y muy poderosos intereses que se interponen entre las buenas intenciones y lo que la realidad demanda. Por ello es dable pensar que cualquier gobierno tendrá dificultades, pero mucho más las tendrá si no está estructurado alrededor de un proyecto claro y definido, estudiado y ejecutado paso a paso, con un ritmo posible pero con un rumbo determinado. Tales dificultades se agravan cuando en las principales decisiones predominan los intereses concentrados, contrarios a los del pueblo.

Este gobierno comenzó su gestión basado en la personalidad de su máxima figura. Se perfilaba como un gobierno personalista fuerte, que iba a suplir programa con acción, voluntarismo y decisión. No coincidimos con ese estilo pero reconocemos que a veces funciona, para bien o para mal. Eso no fue posible y hoy resulta evidente la ausencia de un proyecto serio y consensuado, que permita avizorar horizontes definidos en el mediano y largo plazo.

La Provincia de Río Negro tiene recursos materiales e intelectuales más que suficientes como para edificar un proyecto integral basado en el trabajo, la producción, el respeto a la diversidad cultural y el medio ambiente, el resguardo pleno de las instituciones y el respeto irrestricto de las mandas constitucionales, conjugando su accionar de manera armónica con la región, la nación y los pueblos hermanos.

Del respeto irrenunciable de tales valores surgirá la opción política que la sociedad rionegrina reclama con urgencia, como único modo de superar, en un marco de confianza y credibilidad, la anomia intrascendente que actualmente nos asfixia.


Juan José Tealdi
Presidente del Partido Socialista
En el Frente Progresista

Viedma, 31 de enero de 2014


Publicado por Prensa PARTIDO SOCIALISTA de Río Negro

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