Muere mujer mapuche que encabezó protesta ambiental

SANTIAGO, Chile (AP) _ Nicola Quintremán, una líder mapuche que batalló por más de 10 años contra la generadora Endesa, de capitales europeos, para evitar que sus tierras fueran inundadas por una represa hidroeléctrica, fue encontrada flotando en las aguas del lago artificial de Ralco, en el sur.

Quintremán, de unos 73 años, había desaparecido el lunes y este martes
24 su cuerpo apareció flotando en el embalse, al parecer producto de una caída accidental pues estaba próxima a

la ceguera.

Nicolasa y su hermana Berta lideraron la dura batalla contra Endesa, en una época en que la ley medioambiental era muy laxa y tampoco se respetaba cabalmente la Ley Indígena.

Contaron con el apoyo de cientos de familias pehuenches, que poco a poco fueron cediendo a las presiones de la empresa y canjearon sus tierras.

Nicolasa era la imagen viva de los mapuches que primero vencieron a los Incas y después resistieron por más de tres siglos la conquista de los españoles. Esta etnia siguió luchando cuando el resto de los indígenas de la región estaban derrotados.

Fue el Estado chileno, con miles de hombres y armas de fuego los que subyugaron a los mapuches y los acorralaron al sur del país. Hoy los mapuches se estiman en unos 900.000.

El fiscal Carlos Díaz ordenó trasladar el cuerpo de la anciana al Servicio Médico Legal para establecer las causas de su muerte, según informó radio Bío Bío.

Cuando el resto de los pehuenches de su comunidad cedieron ante Endesa y su abogado y un dirigente ambientalista se alejaron, Nicolasa declaró: "Quienes se decían mis amigos...me dejaron sola, porque se perdieron de mi lado''.

"Si hubiesen estado conmigo, habría podido seguir la lucha'', que comenzó en 1998, cuando el proyecto fue autorizado por el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) e inaugurado por el socialista Ricardo Lagos (2000-2006).

Finalmente, por presiones diversas, Nicolasa cedió en 2002, cuando aceptó cambiar sus 3,8 hectáreas para que fueran inundadas por otras 77 hectáreas, a 15 kilómetros de su hogar y de donde también se ubicaba un cementerio indígena, sagrado para los mapuches. También recibió un monto de dinero, nunca especificado por las partes involucradas.

Las hermanas Quintremán fueron las impulsoras de las comunidades que actualmente, con el apoyo de grupos ecologistas, muchos con fondos internacionales, se oponen y paralizan la construcción de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas con la presentación de querellas en los tribunales de justicia.